Adicciones comportamentales

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¿Qué son las adicciones comportamentales?

Las adicciones comportamentales son el resultado de un proceso de interacción entre un individuo y un objeto externo que está a su disposición de forma constante. Esto conduce a una adicción principalmente psicológica, por los efectos que proporciona y las funciones que realiza.

Esta dependencia puede tener consecuencias negativas para la persona y sus seres queridos.

En este artículo te hablaremos de forma general acerca de las adicciones conductuales, sus causas, consecuencias y tratamiento.

Características de las adicciones comportamentales

Consumir y repetir una actividad genera placer porque el cerebro libera dopamina y serotonina. Cuanto más regularmente se practique una actividad, más se reducirá la producción natural de dopamina.

Es aquí cuando se estará tentado a aumentar el consumo para sentir el mismo nivel de placer. Esto implica una pérdida de control y no saber cómo regularse. Solo la práctica permitirá aliviar y sentir placer.

Algunas personas son más «sensibles» que otras. Según la fragilidad psíquica (ansiedad, baja autoestima, etc.), la historia de vida o la propia herencia genética, se manifestará el cambio a un comportamiento adictivo.

Presentamos algunas de las principales características de estas adicciones sin sustancias:

  • Nula resistencia al impulso del comportamiento.
  • Una creciente tensión antes de que se inicie la conducta.
  • Placer o alivio en el momento de la acción.
  • Incapacidad para controlar el comportamiento.
  • Ocultación de conductas adictivas.
  • Uso de estimulantes.
  • Patrones de sueño alterados.
  • Cansancio excesivo.
  • Incapacidad laboral.
  • Problemas de salud, como por ejemplo, síndrome del túnel carpiano.

Causas de una adicción comportamental

Las adicciones sin drogas son trastornos de salud mental complejos con muchos factores que pueden influir en su origen. Las causas varían según la genética, antecedentes familiares o circunstancias personales.

Según estudios, quienes sufren este problema pueden experimentar una mayor sensibilidad a la recompensa y una menor sensibilidad al castigo. Esto significa que quienes se involucren en conductas de riesgo están más enfocados en la emoción y el entusiasmo del acto que en las consecuencias negativas.

En algunos casos, condiciones subyacentes como la ansiedad, trastornos obsesivos compulsivos o depresiones, pueden causar adicciones conductuales.

El comportamiento adictivo puede convertirse en un mecanismo de afrontamiento poco saludable para lidiar con emociones difíciles. Por eso, a menudo genera sentimientos de vergüenza, aislamiento y soledad.

Algunas personas que sufren de adicción a los procesos pueden experimentar dificultades para regular sus emociones. Sienten que no pueden controlar su comportamiento cuando se sienten tristes, ansiosos o enojados.

Efectos

Las adicciones conductuales pueden causar graves daños al bienestar físico y emocional. Si no se busca tratamiento para el comportamiento adictivo, pueden experimentarse consecuencias negativas con los siguientes efectos:

  • Salud física: Problemas cardíacos, aumento o pérdida de peso y daño hepático. Esto es más frecuente en la adicción a la comida y los trastornos alimentarios, pero puede ser causado por el estrés emocional de otras adicciones conductuales.
  • Salud mental: Depresión, ansiedad y baja autoestima.
  • Bienestar financiero: Endeudarse cuando se gasta más dinero del que se puede pagar en actividades relacionadas con el vicio.
  • Relaciones personales: Problemas con amigos, familiares y parejas debido a un comportamiento reservado o cambios de humor.
  • Educación o carrera: Problemas en la escuela o el trabajo por la falta de concentración o energía causada por el aumento del tiempo dedicado a las actividades.

 

Tratamiento

La recuperación de esta forma de adicción a menudo sigue una estructura similar al de otro tipo de adicciones. Es eficaz para ayudar a alguien a cambiar sus patrones con éxito.

En algunos casos, este tipo de problema no es algo que una persona pueda detener por completo. Por ejemplo, no sería razonable esperar que una persona con una adicción a Internet no pueda volver a usarlo. No obstante, esta persona puede aprender a desarrollar una relación saludable con el comportamiento y comprometerse de manera productiva.

El tratamiento para las adicciones comportamentales tiende a seguir una misma estructura. Incluye una desintoxicación inicial, el desarrollo de un plan de tratamiento, terapia y, en algunos casos, cuidados posteriores.

El tratamiento está diseñado para ayudar a la persona a superar sus dependencias. Al mismo tiempo, sirve para trabajar para descubrir cualquier trastorno que pueda estar contribuyendo al desarrollo de comportamientos adictivos.

A través de un plan de tratamiento individualizado se pueden desarrollar metas y trabajar para lograrlas con la ayuda de profesionales de la salud. En muchos casos, la familia y los amigos también pueden ser parte del proceso de recuperación. Ayudan a construir una red de apoyo que pueda ayudar después de completarse el tratamiento.

En que se diferencian las adicciones sin sustancias

Existen diversos tipos de adicciones, pero las principales son la adicción comportamental y la de sustancias.

La adicción a sustancias es el uso compulsivo y obsesivo de drogas o alcohol. Y aunque el individuo es consciente de las consecuencias adversas, seguirá tomando esas sustancias.

Esto hace que estos individuos se sientan normales y, cuando no las toman, experimentan síntomas de abstinencia. Pierden la capacidad de elegir o controlar cómo o cuándo ingieren la sustancia. En estos casos, el consumo de sustancias que inicialmente puede haber comenzado de forma recreativa, se convierte en una adicción compulsiva.

Por otro lado, la adicción comportamental no involucra ninguna sustancia. Es una condición donde el individuo depende de algunos comportamientos que inducen al placer. Algunos ejemplos son el sexo, los juegos de azar, los vídeos, las compras, la pornografía entre muchos otros casos. Se caracteriza por ansias regulares que deben satisfacerse con urgencia.  

Una de las principales diferencias entre la adicción a sustancias y la conductual es la forma en cómo se trata. En el caso de las sustancias el tratamiento se basa en evitar el consumo de drogas y alcohol para lograr una desintoxicación. En el caso del comportamental, no siempre puede aplicarse esta metodología.

Por ejemplo, un comedor compulsivo no puede evitar por completo la comida y un adicto a las compras no puede dejar de comprar artículos de primera necesidad. Igualmente, un adicto al sexo o amor no puede evitar todas las relaciones personales. En estos casos, la persona debe aprender a practicar la moderación de forma saludable.

Además, los adictos al comportamiento no se vuelven físicamente dependientes de la droga que eligen. Esto les facilita ocultar sus adicciones ya que no tienen síntomas físicos de abstinencia. Pero el coste emocional puede ser igual de alto y, en el caso de los trastornos alimentarios, el daño al cuerpo también.

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