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Cuál es el perfil de un adicto

Perfil de un adicto

Entender el perfil de un adicto es esencial para identificar comportamientos problemáticos y ofrecer soluciones efectivas. En nuestro centro de desintoxicación en Madrid, ayudamos a quienes se enfrentan a esta situación y a sus seres queridos. A continuación, te explicamos cuáles son las principales características que definen a este perfil y comprenderás cómo funciona una adicción.

Perfil psicológico de un adicto

Los estudios científicos han identificado varios rasgos psicológicos que están presentes en personas con adicciones [1][2]:

Impulsividad

Muchas personas con adicciones actúan sin reflexionar sobre las consecuencias. Buscan la satisfacción inmediata de sus impulsos, especialmente en casos de adicción a las drogas, donde la necesidad de consumo supera cualquier otra consideración.

Búsqueda de emociones fuertes

Existe una necesidad constante de experiencias intensas y novedosas [3]. El cerebro de una persona adicta experimenta cambios en su sistema de recompensa, necesitando estímulos cada vez más potentes para alcanzar satisfacción [4].

Baja tolerancia a la frustración

Las personas con adicciones muestran dificultades para manejar el estrés y los problemas cotidianos. La adicción se convierte en su mecanismo principal para evadir situaciones difíciles.

Autoestima deteriorada

Los pensamientos negativos sobre uno mismo son frecuentes. El adicto duda de su capacidad de cambio, mientras los sentimientos de culpa y vergüenza refuerzan el ciclo adictivo.

Perfil social y familiar de un adicto

El entorno de una persona juega un rol esencial en el desarrollo y mantenimiento de las adicciones [5]:

Relaciones familiares

Los problemas de comunicación, la falta de límites claros y los conflictos no resueltos caracterizan el ambiente familiar de muchas personas con adicciones. Esta situación se observa claramente en casos de adicción a los videojuegos, donde el mundo virtual se convierte en refugio.

Círculo social

Las amistades y el entorno cercano influyen en el desarrollo de conductas adictivas. El aislamiento social o la vinculación con grupos que normalizan el consumo son factores de riesgo importantes.

Perfil conductual de un adicto

Las personas con adicciones desarrollan patrones de comportamiento característicos [6]:

  • Pérdida de control: las conductas adictivas se vuelven automáticas. El adicto no logra detenerse. aunque lo intente. Por ejemplo, esto ocurre frecuentemente en la adicción al sexo, donde los comportamientos compulsivos interfieren con la vida diaria.

  • Tolerancia creciente: la persona necesita aumentar la frecuencia o intensidad de la conducta adictiva para obtener el efecto deseado. Lo que antes resultaba satisfactorio ya no es suficiente.

  • Alteración de prioridades: las obligaciones laborales, familiares o personales pasan a segundo plano. La adicción ocupa un lugar central en la vida de la persona.

  • Patrones de ocultamiento: muchos adictos tienden a mentir sobre sus conductas, ocultar evidencias y minimizar la gravedad de su situación.

Señales de alarma en el entorno del adicto

Los cambios en el comportamiento de una persona con adicción son evidentes para su entorno cercano. Los familiares y amigos pueden notar alteraciones en los hábitos básicos, como el sueño desordenado, la alimentación irregular o el descuido personal. Estas modificaciones en la rutina diaria constituyen señales tempranas que no conviene ignorar.

Asimismo, los problemas económicos inesperados también alertan sobre una posible adicción. Aparecen gastos sin explicación, peticiones frecuentes de dinero o incluso la desaparición de objetos de valor. La persona evita dar explicaciones claras sobre el destino de sus ingresos.

Por su parte, las relaciones sociales también se deterioran progresivamente. La persona abandona amistades antiguas y se rodea de nuevos círculos que comparten o aprueban sus conductas adictivas. Este aislamiento del entorno saludable dificulta la identificación temprana del problema.

Algunos cambios destacados incluyen:

  • Alteraciones emocionales: cambios bruscos de humor sin causa aparente.
  • Mentiras frecuentes: excusas elaboradas para justificar su conducta.
  • Negligencia laboral: incumplimientos y faltas injustificadas al trabajo.
  • Abandono de aficiones: pérdida de interés en actividades antes placenteras.

Cómo ayudar a un adicto

El tratamiento profesional ofrece las mejores posibilidades de recuperación. Por lo general, los programas efectivos incluyen:

  • Evaluación integral: cada persona requiere un diagnóstico preciso que considere factores físicos, psicológicos y sociales. Esta evaluación permite diseñar un plan de tratamiento personalizado.

  • Terapia individual: el trabajo personal ayuda a identificar y tratar las causas profundas de la adicción. El adicto aprende nuevas estrategias para manejar sus emociones y prevenir recaídas.

  • Terapia familiar: las sesiones familiares buscan reconstruir vínculos dañados. La familia aprende a establecer límites saludables y mejorar su comunicación.

  • Grupos de apoyo: compartir experiencias con otros adictos en recuperación, rompe el aislamiento y fortalece el compromiso con el cambio.

  • Seguimiento continuado: la recuperación es un proceso a largo plazo que requiere apoyo constante y ajustes en el tratamiento según las necesidades de cada momento.

El primer paso hacia la recuperación

Comprender el perfil de un adicto ayuda a identificar y tratar el problema a tiempo. En el Instituto Europeo Alfi conocemos la naturaleza individual de cada adicción. Nuestros tratamientos personalizados abordan todos los aspectos descritos. 

Si detectas estas características en alguien cercano o en ti mismo, recuerda que establecer el perfil de un adicto es solo el primer paso. Lo importante es buscar ayuda profesional para iniciar el camino hacia la recuperación.

Referencias:

  1. De Sola Gutiérrez, J. (2014). ¿Qué es una adicción? Desde las adicciones con sustancias a las adicciones comportamentales. Evaluación e intervención terapéutica. Revista Digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, 4(2). Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia (SEMPyP). ISSN: 2253-749X.
  2. Zuckerman, M., Neary, R., Mangelsdorff, D., & Brustman, B. (1972). Sensation Seeking Scale. 
  3. Michalczuk, R., Bowden-Jones, H., Verdejo-Garcia, A., & Clark, L. (2011). Impulsivity in addiction: A comprehensive review. Psychopharmacology. Recuperado de: https:// pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21443310/
  4. Volkow, N. D., Wang, G. J., Fowler, J. S., Tomasi, D., & Telang, F. (2011). Addiction: Beyond dopamine reward circuitry. Proceedings of the National Academy of Sciences. Recuperado de: https:// www.pnas.org/content/108/37/15037
  5. Echeburúa, E., Becoña, E., & Labrador, F. J. (2009). Adicciones: aspectos clínicos y terapéuticos. Psicothema. 
  6. Koob, G. F., & Volkow, N. D. (2010). Neurocircuitry of addiction. Neuropsychopharmacology.

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